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Quesos saludables: buscar aquellos con menos grasas saturadas y más nutrientes

El queso es un componente básico de la dieta mediterránea. Recomendada no solo por su balance adecuado de nutrientes, sino también porque previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Por ejemplo, el queso mozzarella, de consistencia blanda y elástica con sabor suave, contiene 14 gramos de grasas saturadas cada 100 gramos. Su alto nivel de filamentos lo hace una excelente opción para derretir. Una porción (100 gramos) aportan 283 calorías y 21% del calcio requerido en una dieta de 2000 calorías.

Una de las principales razones por las que la muzzarella es buena es por su alto contenido de proteínas: más de 20 g de proteína por cada 100 gramos.

La proteína es un macronutriente esencial, del que depende en gran medida el sistema inmunitario en particular. Comer proteínas es imprescindible para una buena inmunidad porque estas apoyan activamente al sistema inmunitario en su lucha contra infecciones y enfermedades.

Otro nutriente beneficioso que se encuentra en el queso mozzarella es el zinc. El cuerpo utiliza el zinc para ayudarlo a mejorar sus recuentos de glóbulos blancos. Dicho nutriente también puede ayudar, entre otras cosas, a tratar algunas afecciones de la piel.

Aporta 2,92 mg de zinc por cada 100 g. Un adulto promedio con una dieta de 2000 kcal requiere alrededor de 11 mg de zinc al día, por lo que alrededor de 100 g de mozzarella por sí solo proporciona alrededor del 20% del consumo recomendado del mineral.

La variedad de este queso proporciona además 170 mcg (microgramos) de vitamina A, que también es aproximadamente el 20 % del consumo diario recomendado para un adulto promedio.Juntos, el zinc y la vitamina A en la mozzarella ayudan a mantener la integridad de la piel y las membranas mucosas, incluidas la nariz, la boca y la garganta, los puntos de entrada más comunes de virus y bacterias.